Cambio de moneda

La inflación en Argentina es brutal, y cada año los precios pueden subir entre un 15% - 20%, por lo que la tasa de cambio con el dólar/euro sube año tras año:

Sin entrar en detalle de la historia económica, la inflación provocó que la mayoría de empresas/particulares argentinos buscaran estabilidad para sus inversiones/ahorros en el dólar estadounidense, por lo que se produjo una fuga brutal de capitales que agravó aún más la inflación del país.

Para evitarla, en 2.011 el gobierno de Cristina Kirchner aplicó una serie de medidas para limitar la fuga de pesos hacia el dólar, llamado comúnmente el cepo cambiario. Estas medidas crearon un mercado ilegal de cambio de moneda que favorecía a cualquier turista entrar con dólares estadounidenses en Argentina y cambiarlos en el mercado negro para conseguir un mejor cambio.

A finales del 2.015, el gobierno de Macri eliminó estas restricciones, por lo que la tasa de cambio entre el dólar oficial y el del mercado negro quedó en valores muy parecidos.

Aunque la economía parece que ya es más estable, la inflación continúa subiendo y el cambio de moneda sigue aumentando día a día. Prueba de ello es que si vamos a nuestro banco y pedimos pesos argentinos (ARS), descubriremos que no es una moneda que esté entre las que podemos adquirir por adelantado. Por ese motivo, todo el mundo que viaja a Argentina lo primero que debe aprende es cómo cambiar dinero de su país a la moneda local.

¿Dónde cambiar divisas?

Los sitios habituales donde hacer el cambio son:

1. Los bancos oficiales: se puede hacer cambio en el Banco de la Nación, ya que en los otros bancos sólo dejan cambiar dinero a sus propios clientes. Es particularmente conocido la sucursal del Banco de la Nación que se encuentra dentro del propio Aeropuerto de Ezeiza, donde se recomienda hacer el primer cambio de moneda
2. Las casas de cambio son el mejor lugar para hacer una transacción confiable, transparente y segura. La principal ventaja es que su horario es mucho más amplio que las sucursales del Banco de la Nación (depende de cada oficina, pero suele ser entre 10h y 15h) y nos ahorraremos colas interminables
3. “Arbolitos”, en la calle Florida de Microcentro de Buenos Aires, son casas de cambio no oficiales que ofrecen la compraventa de divisas extranjeras a mejor tasa que la oficial. Existe cierto riesgo a ser una transacción ilegal, como que no den billetes falsos,  pero eso no impide que sea una práctica habitual entre los turistas con una divisa más fuerte que el peso argentino. Se aconseja no aceptar el primer precio y regatear.
4. “Cuevas”, son casas de cambio no oficiales a la que se llega en general preguntando a algún conocido. Suelen ser oficinas en el centro o cualquier tipo de comercio (farmacia, zapatería, etc.), donde tienen una habitación, a veces hasta con cristales blindados y máquinas de contar billetes, donde realizar la transacción con total comodidad
5. En general, podemos cambiar en cualquier lado: el hotel en el que nos alojemos, donde alquilemos el coche, donde contratemos las excursiones,…

A finales del 2015 el gobierno argentino impulsó cambios para estabilizar el peso frente el dólar estadounidense, por lo que las diferencias entre el dólar oficial y el blue son mínimas, y consecuentemente, las opciones 3, 4 y 5 residuales.
A finales del 2019, justo antes del viaje, Argentina se encuentra sumida en una gran crisis económica (se estima un índice de pobreza de 40%), por lo que no se descarta que vuelvan a ser comunes los métodos no oficiales de cambiar moneda

Para viajar a Argentina se necesitan preferiblemente dólares estadounidenses, y desde hará algunos años también euros. El resto de divisas no son cambios habituales, y si bien es posible usarlas para obtener pesos, nuestras opciones se pueden ver limitadas a bancos oficiales o casas de cambio.

Además, el cambio será más favorable a nuestros intereses si el billete es de mayor importe.

Casas de cambio

Con el fin de perder el mínimo tiempo posible, buscaremos una casa de cambio en cada sitio en el que hagamos noche, ya que, salvo el Aeropuerto de Ezeiza, descartamos visitar las sucursales del Banco de la Nación:

Dólar blue

El dólar blue, dólar paralelo o dólar negro, son eufemismos que se utilizan en Argentina para referirse al dólar estadounidense comprado ilegalmente en el mercado negro. Suele tener un tipo de cambio que se encuentra por encima del dólar oficial.

Desde hace unos años también existe el euro blue, que es exactamente el mismo concepto pero aplicado a la divisa europea.

Este concepto se empezó a utilizar en el país sudamericano en 2.011, como consecuencia de las restricciones, bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, para la adquisición de moneda extranjera impuestas por la Administración Federal de Ingresos Públicos y el Banco Central de la República Argentina.

Podemos ver la media de la cotización tanto del dólar como del dólar en blue en múltiples sitios de Internet y el apps para el móvil:

http://www.dolarargentino.com.ar

https://www.euroblue.com.ar

Las denominaciones referentes al dólar que usan los argentinos no se paran en el blue, sino que existen otros colores:

• Dólar blue comercial: para operaciones financiera con países foráneos a argentina
• Dólar gold:  para las compras realizados con tarjeta de crédito
• Dólar celeste: valor medio entre el dólar blue y el oficial
• Dólar green: precio ofrecido para los “arbolitos” de la calle Florida

También existen otras denominaciones específicas de diferentes sectores financieros, como el dólar Miami, dólar soja, dólar moreno, dólar colonia,…

Cajeros automáticos

También existe la posibilidad de sacar dinero de los cajeros automáticos, pero a menos que nuestro banco en el exterior cuente con filiales argentinas, no es recomendable ya que todas las sucursales bancarias cobran una comisión fija (más o menos 10%) más la que no va aplicar nuestro propio banco. Además, existen unos máximos diarios y semanales realmente bajos para los turistas:

• Entre $3000 ARS y $5.000 ARS por día
• $8.000$ ARS a la semana

Si aún así queremos usarlos, hay que tener en cuenta que los cajeros funcionan al revés que en España: primero nos dan el dinero y después tenemos que recoger la tarjeta. Es decir, si los usamos, cuidado con dejarnos la tarjeta en el cajero …

Tarjetas de crédito

Cada vez es más usual poder pagar con tarjetas de crédito, aunque no está tan extendido como en Europa. Lo que tenemos que tener en cuenta cuando paguemos con este sistema, es que el cambio que se aplicará será el oficial del día, al que tendremos que aplicarle una comisión de mínimo el 1%. Si además dejamos que el cambio pesos/divisa propia lo haga nuestro banco, este puede ser aún peor que el oficial.

También es muy común que al contratar algunas excursiones nos ofrezcan un descuento del 10% si pagamos en efectivo, o al comprar con tarjeta cosas de cierto importe, nos carguen un recargo del 10% en la propia tienda (además de los propios del pago a crédito). Directamente podemos encontrar comercios donde tengan permanentemente “caído el sistema”, o que pasen varias veces la tarjeta y siempre les dé error de comunicaciones, por lo que nos obligarán a pagar en efectivo.

Otro de los problemas que han padecido algunos de los turistas al pagar con tarjeta, es que les han clonado los datos y realizado pagos meses después en otros países, por lo que recomiendan anular la tarjeta tan punto volvamos a nuestro país para evitar este tipo de fraude.

¿Cuál es el mejor método para ahorrar dinero?

A nivel general, lo más recomendable es viajar con euros en efectivo e ir cambiando a medida que lo vayamos necesitando, ya que el cambio varia día a día y las operaciones con tarjeta suelen tener recargo (o descuento si pagamos en efectivo). 

En nuestro caso, lo que haremos será:

• El día antes de tomar el avión (jueves), revisaremos la cotizaciones en distintos sitios ya que esta no se moverá en los siguientes 3 días (fiesta nacional más fin de semana). Lo haremos en casas de cambio cerca de nuestro hotel en Buenos Aires, la del Banco de la Nación y la del Banco Piano (cambian a no clientes) 
• Al llegar al Aeropuerto de Ezeiza, nos aseguraremos que la tasa de conversión de la sucursal del  Banco de la Nación que se encuentra dentro del mismo recinto, es la que habíamos visto ayer, y cambiaremos más o menos euros en función del valor
• En caso que el cambio no fuera favorable, al día siguiente cambiaremos en las casas de cambio cercanas a nuestro hotel, o si nos armamos de paciencia, en el Banco de la Nación de la Plaza de Mayo (tiene una cola sólo para cambio de moneda)
• Durante el resto del viaje, intentaremos pagar con la tarjeta Revolut todo lo que podemos, revisando primera el cambio que nos aplican (se actualiza on-line) y haciendo la recarga de la misma instantes antes del pago (para evitar que alguien nos la vacíe si nos clonan los datos)
• Cuando vayamos cortos de moneda, estemos donde estemos, cambiaremos poco a poco. Lo que hay que tener en cuenta es:

• Es mejor cambiar por la mañana y entre semana, ya que está cotizando el dólar y el cambio es más ajustado al valor real. Por las tardes o fines de semana, al no cotizar, te hacen peor cambio para asegurar imprevistos frente a la siguiente obertura del mercado.
• Los fines de semana tenemos menos opciones de cambiar, ya que bancos y algunas casas de cambio están cerradas

• En los últimos días, iremos calculando para quedarnos sin moneda al llegar al aeropuerto, y lo que nos sobre, lo gastaremos comprando alfajores

En resumen, lo mejor es cambiar al llegar al aeropuerto para los primeros días, usar una tarjeta prepago que iremos recargando antes de comprar y después de revisar el cambio de euro a pesos que nos ofrecen, y cuando nos quedemos sin moneda cambiar donde nos encontremos para 3 o 4 días

Cuando llegamos al Aeropuerto de Ezeiza cambiamos 1.000€ a 64.7, que nos duraron hasta el último día del viaje, ya que salvo en un par de ocasiones, siempre pudimos pagar con tarjeta. La mayoría de los pagos los realizamos con la tarjeta de prepago Revolut a un cambio que oscilaba entre 65 y 66. El último día revisamos el cambio del Blue y estaba en los 72, por lo que queda claro que hubíesemos sacado un mejor cambio yendo al mercado negro, pero la comodidad de no tenernos que preocupar por ir cambiando cada pocos días por 5 o 6 pesos más, nos compensó sobradamente